Hola
gente, aquí me tenéis de nuevo, ya más activo con el blog.
Empecemos
por mi día de hoy, todo comenzó genial, caminito a Mérida a ver a mi hermano,
sin resaca ni nada, es raro, pero bueno, un domingo es un domingo. Pasamos la
mañana muy bien, comimos y me vine a los Cáceres, pero el viaje hacia aquí me lo
han jodido. Así qué aquí estoy, desahogándome e intentando animarme y animaros
por si estáis como yo.
Obviamente,
no os voy a decir que me ha pasado, pero sea lo que sea, siempre quedan razones
para sonreír e intentar que el día acabe como empezó, felices y contentos.
Lo
primero que suelo hacer es pensar: “¿por qué estoy así?” Meditarlo, darle
vueltas al coco e intentar buscar esa solución que parece que no existe, pero siempre
hay una luz al final del túnel, o una cuerda mal atada para salir del pozo en
el que te has metido. Porque en realidad, así es, nos metemos solos, ¿de verdad
nos importa tantísimo lo que la gente nos diga? Parece que sí, pero no debe de
ser de esta forma.
Después
de comerme el coco, sin atender a nada
pongo la música, cuanto más alta mejor y siempre hay alguno de los míos (Robe,
Fito, Kutxi, Freddie…) que hace que piense mejor, que sonría o que incluso
llore, pero al fin y al cabo, hacen que me desahogue. Ahora mismo por ejemplo:
“Y vive contando primaveras, que dicen que la
sangre altera”. (Melendi).
El
bueno de Melen (el rastas el otro no mola tanto), me acaba de decir que viva la
vida, que no desaproveche nada, que pase de lo malo y busque lo bueno. Y como
estas mil y una más. Fijaos:
“The show must go on”. (Freddie Mercury, Queen).
Un
grande entre los grandes, que hizo que Wembley se rindiese a sus pies, pues él
me acaba de decir ¡QUE EL PUTO SHOW DEBE CONTINUAR! Joder, si lo dice él, habrá
que hacerle caso, digo yo eh.
Sin quererlo
aparecen cosas así como si nada, que hacen que sonría, me motive, hasta que
llore de la puta rabia. Eh, esperad, creo que… sí, viene otra:
“Que más te da si trajino, si tuerzo el
camino, si le pego al vino ¡te digo!”. (Kutxi, Marea).
Y va y
llega el bueno de Kutxi para decirme y que me entere por todas las maneras
posibles que es mi jodida vida y que la gente puede hablar lo que le salga de
ahí, que cada uno hace lo que quiere en su vida, que pa’ eso es suya, cohone.
Podría
tirarme la tarde así y no acabar el blog.
Después
de la música, intentar estar bien, desahogarte un rato, pensar “soy gilipollas”,
lo mejor es intentar hablar o desahogarte con alguien de confianza, yo, por desgracia,
ahora mismo no puedo, pero los que podáis hacerlo y no lo hagáis, tontos sois.
Y bueno
gente, después de todo esto, sin querer, todos, seguramente todos, hayáis sonreído
un mínimo de cinco segundos y pensad que durante esa sonrisa, durante esos
cinco segundos, que apenas parece tiempo, no estabais pensando en vuestras
comidas de cabeza, ralladuras y demás líos.
De
momento nada más que alegar… bueno si:
“Voy
a parar en el camino y en lo que dura
un cigarrito voy a pensar en estos años;
todo lo que ha pasado…” (Fito, Platero y tú).
Pues eso, que la vida se pasa, en lo que dura un cigarrito.
Saludos, espero que os guste.